El principio de la calidad

Conocemos como Gestión de Calidad al conjunto de acciones orientadas a la mejora constante de los procesos de una organización, con el objetivo de aumentar el nivel de satisfacción de las personas a las que van dirigidas sus productos o servicios y acercarse, de este modo, a la excelencia como culmen de un trabajo bien hecho.

En el blog de iAuditoria queremos tratar de las cosas relacionadas con este apasionante quehacer gracias al que la humanidad progresa adecuadamente, facilitando la vida a un, cada vez, mayor número de personas.

Progreso, calidad y excelencia van acompañados de la mano desde el origen de los tiempos.

Y aunque para entender el concepto de calidad es preciso remitirnos al siglo XIX, en el que las cadenas de producción adquieren mayor complejidad, no está de más recordar que la calidad como factor inherente a la actividad humana ha existido desde siempre, con un nivel de desarrollo más o menos intenso según las circunstancias; para los estudiosos de la calidad, su primera mención se hace en el Génesis (primer libro de la Biblia), al narrar la creación del mundo en seis días. Según el texto bíblico, al final de cada día y una vez terminada su obra “Dios veía que era bueno”. Y es que el control de calidad no es otra cosa que el examen reflexivo sobre las acciones ejecutadas previamente, que bien aprovechado y sistematizado se convierte en un listado de cuestiones de cuya respuesta se desprende si lo estamos haciendo bien, mal o regular.

También nos encontramos en el código de Hammurabi, año 2150 a.C., alguna referencia a la calidad de construcción de las casas: “si un albañil ha construido una casa y, no siendo esta suficientemente sólida, se hunde y mata a sus ocupantes, el albañil deberá ser ejecutado”. Un trabajo mal realizado siempre supone un perjuicio, a veces irreparable, que no se debe soslayar y trae aparejadas responsabilidades. Y al constructor le merecía la pena velar por realizar una buena obra que no le causase la ruina.

Estamos ante una cuestión, la adecuación de un producto o servicio a unas características especificadas, que permite juzgar el valor de algo y determinar su superioridad o excelencia. Una materia con pasado que está muy presente y con mucho futuro por delante. El control de calidad y las inspecciones cada vez tienen más peso en nuestra sociedad y en iAuditoria te facilitamos el trabajo con nuestra herramienta.