Una crisis económica como la que ha provocado la pandemia, tiene dos caras de la moneda. Por un lado, muchas empresas sufren sus efectos de una manera tan brutal que se debilitan tanto que se ven obligadas a cerrar, mientras, por otro lado hay empresas que han sabido adaptarse rápidamente a la nueva realidad y han salido favorecidas, gracias en gran medida al proceso de digitalización que han llevado a cabo durante la pandemia e incluso antes.
¿Por qué es tan importante digitalizarse?
Las empresas que se han digitalizado han visto cómo sus números, a pesar de la pandemia, no sólo se veían afectados en menor medida que su competencia, sino que lograron aumentar su clientela ya que sus competidores no eran capaces de atender las necesidades de sus clientes, debido a la imposibilidad de la venta presencial. A su vez, esta digitalización además de permitir la relación entre clientes y empresas, ha supuesto una reducción de los costes y un aumento de la eficiencia de todos sus procesos.
El paso de la pandemia ha supuesto un cambio de perspectiva de la gran mayoría de las empresas en relación con la digitalización. Los que han tomado cartas en el asunto, han podido disfrutar de las ventajas de este proceso, mientras que los que no han invertido en tecnología han visto como se quedaban rezagados e incluso teniendo que cerrar sus puertas.
El marco actual ha cambiado, la gente se ha dado cuenta de que es todo mucho más fácil y cómodo a través de internet, las personas que temían a realizar sus compras online no han tenido más remedio que vencer sus miedos y ahora lo habitual es consultar la página web antes que desplazarse a la tienda física. Por otra parte, para los trabajadores y empresarios, el teletrabajo es una opción más que viable, con ventajas como el ahorro económico de alquileres y gastos indirectos o la reducción de la carga de trabajo. Por lo tanto, en el presente y en un futuro próximo, las organizaciones que han apostado por digitalizarse, van a poseer una ventaja muy importante con respecto a sus competidoras.
La formación es esencial
Una buena formación es ideal no sólo para optimizar el trabajo a nivel de reducción de tiempos y mejora de la calidad, si no también para que los clientes perciban una imagen de profesionalidad, a su vez los empleados estarán más motivados y preparados para afrontar los objetivos que se proponen.
En términos de digitalización y tecnología, las cuales están en continúo desarrollo y actualización, la formación ha de ser constante, para poder cumplir con las expectativas de los clientes y hacer frente a la competencia.
A día de hoy hay muchos cursos online para que los trabajadores se formen en marketing digital, TIC y demás herramientas digitales, incluso plataformas como youtube pueden ayudar a la correcta formación del personal, sin llegar a invertir muchos recursos económicos o tiempo.
Invertir en tecnología
Digitalizarse eficientemente no consiste tan solo en contar con un personal altamente cualificado y formado, sino también en disponer de medios tecnológicos de alta calidad que ayuden a realizar el trabajo, por lo tanto parte del capital deberá ser asignado a aplicaciones y sistemas de alta calidad.
Para liderar un mercado cada vez más digitalizado es fundamental disponer del mayor número de herramientas que permitan cubrir las necesidades de la empresa con una agilidad mayor y que automaticen los el mayor número de procesos. Esta adaptación tecnológica reducirá los posibles errores de los procesos, reduciendo costes, alcanzando un mayor volumen de clientes
Digitalizarse ya no se trata de una opción sino de una necesidad y desde iAuditoría nos ponemos a tu disposición para aconsejarte y poner en marcha la digitalización de tus auditorías de calidad.