La gestión de una empresa, al igual que las finanzas o los procesos de fabricación, puede ser objeto de una Auditoría. La dificultad de una auditoría de gestión radica en lograr medir de una manera precisa los diferentes aspectos de la gestión de una compañía. La consecución de estos datos medibles y comparables te permitirá buscar la excelencia de la gestión de tus directivos.
¿Qué es una auditoría de Gestión?
Es aquella cuyo objetivo es analizar el funcionamiento y la toma de decisiones de los altos cargos de una compañía. Para lograr un análisis completo se deberán analizar lo siguiente:
- Política de la compañía: se deberá analizar si los altos cargos están desempeñando su labor respetando lo misión, visión y valores de la empresa.
- Controles administrativos: es la parte más sensible de la Auditoría de Gestión, ya que se analizará la labor de los altos cargos, tanto a nivel de productividad como a nivel del cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades contractuales.
- Evaluación de los cambios aplicados en la metodología de trabajo: una auditoría de gestión se deberá encargar, a su vez, de analizar los efectos de los cambios que se han realizado gracias a auditorias anteriores.
Objetivos de la auditoría de gestión
Los objetivos principales de una auditoría de gestión consisten en identificar cualquier deficiencia existente en los altos cargos de una compañía. Esta auditoría no tiene que suponer un “ataque” para los altos cargos, si no que les tiene que servir como complemento para planificar su gestión y como método de control para ellos mismos.
Los altos cargos deberían asumir los resultados y ayudar a la verosimilitud de los datos, ya que el objetivo no es otro que mejorar el funcionamiento de la compañía. Identificar sus errores a tiempo puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de la empresa, es decir, su trabajo depende del éxito de ésta.
La independencia del auditor es clave para evitar que los directivos alteren los resultados obtenidos en la Auditoría de Gestión. No obstante, si los altos cargos tienen una percepción correcta de la misma, no debería suponer un problema, y serán ellos mismos quienes se ofrezcan a ayudar en la recopilación de los datos con una transparencia máxima.
Para lograr cumplir los objetivos principales de la auditoría de gestión, los siguientes aspectos deben de estar lo más claros posibles:
- Misión, visión y valores de la compañía.
- Estructura directiva de la empresa.
- Objetivos establecidos tanto a corto como a largo plazo y la adecuación de éstos.
- Transparencia absoluta por parte los directivos y confiabilidad en los mismos.
- Recursos disponibles.
Las fases de la Auditoría de Gestión
La auditoría de gestión necesita ser lo más sistemática posible, para ello el trabajo previo debe ser lo más eficaz posible para reducir la complejidad de la toma de datos posterior. La planificación de una auditoria se divide en 4 fases:
Definición de las áreas que van a ser objeto de la auditoria de gestión
Para planificar correctamente la auditoría, se deben tener claros los departamentos que serán analizados. Normalmente aquellos con mayor impacto económico sobre la compañía serán los que concentren la mayor parte de los esfuerzos, ya que los errores en éstos pueden suponer grandes problemas para la empresa.
Estudio previo
En esta fase, el objetivo será conocer profundamente los departamentos de mayor riesgo. Para ello se deberán conocer las métricas utilizadas en auditorias previas así como los resultados obtenidos, para así poder comparar los resultados y descubrir las alteraciones tanto positivas como negativas de los datos.
Gracias a las conclusiones de las auditorías anteriores, se conocerá el cumplimiento de los objetivos marcados previamente.
Estudio preliminar
El paso previo a la programación de las acciones a realizar, será ser conocedor de todos aquellos procesos de la auditoría que pueden alterar la planificación de la misma debido a la dificultad de la extracción de datos.
Programación de las operaciones
Una vez se conozcan todos los procesos a analizar, la dificultad de éstos y los datos de los años anteriores, se podrán planificar todas las acciones de la auditoría, los recursos necesarios y los tiempos.
Análisis de las operaciones
La fase más delicada de todas, ya que es la fase “auditora”. En ella se deben extraer todos los datos necesarios (aquellos que hemos considerado en el estudio previo), para poder compararlos con los de auditorías anteriores y así lograr tener una visión de la consecución de los objetivos marcados y de la evolución general de la compañía.
Informe final
Una vez se hayan realizado todas las acciones necesarias, todas los datos y conclusiones se deben plasmar en un informe final, que te permita “resumir” la auditoría y así utilizarlo en las futuras auditorias.
Una vez llegado a este punto del artículo, ¿crees que tu compañía está analizando correctamente la labor de sus gestores? Desde iAuditoria queremos facilitarte el trabajo, para ello disponemos en nuestra web de una Model Store en la que encontrarás checklist que te guiarán en la planificación y ejecución de la Auditoría de gestión.